El viaje inverso es un viaje antagónico,
loco y descabellado,
donde todo se invierte en su opuesto;
tal que la noche se confunde con el día,
la luz con la oscuridad,
lo vivo con lo muerto.

¿Qué es qué entonces?
Si pensaba que caminaba despierto
y me percato consternado
que en realidad estaba soñando.

El sol se apaga,
los brazos que me abrazan hieden,
ni rastro del marchito azahar
ni de la infeliz dicha.

¿Qué locura?
¿Será eso,
habré perdido la razón
cuando me parece ver a todo el mundo
enloquecido alrededor?

Parasitados
huyen de la vida creyéndola la mismísima muerte.

Insoportable,
inevitable,
al fin este mal viaje termina
donde debía haber comenzado:

dentro de mí,
dentro de Sí.